La Audiencia de Barcelona ha decidido que la menor que faltaba por declarar en el juicio contra Francisco Castro Salazar, acusado de agredir sexualmente a cuatro niñas, lo hará por videoconferencia. El juicio se postergó cuando, en mayo pasado, el padre de la menor, S. C., de 11 años, se negó a que su hija prestara declaración frente al que fue su profesor de artes marciales. La víctima tuvo una crisis nerviosa ante la posibilidad de enfrentarse con su agresor.

Un protocolo establece que los menores deben ser protegidos durante los procesos judiciales. Sin embargo, el tribunal rechazó que durante las declaraciones hubiera una barrera física entre las menores y el acusado. El motivo de la decisión fue la alta pena que pidió el fiscal, 19 años de cárcel.