El pique entre dos conductores de 19 y 17 años que volvían de una noche de discoteca acabó en una curva de la autovía A-44 en Granada. El mayor de ellos perdió el control del vehículo en el giro e hizo varios trompos. Una niña de 12 años que iba en el asiento del copiloto sin cinturón de seguridad salió despedida por la luna delantera y se estrelló con los guardarraíles de la autovía. Ambos conductores han sido imputados por conducción temeraria aunque han quedado en libertad.

El suceso ocurrió la madrugada del pasado 7 de enero, pero hasta ayer no se confirmó el origen del accidente en el que se vieron envueltos 10 diez amigos, todos vecinos de Iznalloz (Granada). Tampoco ha trascendido el resultado de los tests de alcoholemia de ambos conductores.

Repartidos en dos coches de gran potencia --el siniestrado, un Mercedes de 170 caballos, y un Opel Calibra-- propiedad de los padres de ambos conductores, los jóvenes volvían a casa tras pasar la noche en una discoteca. La fallecida iba acompañada de su hermana de 14 años, y otros cuatro jóvenes de entre 14 y 23 años, entre ellos el conductor, S. T. A., de 19.

Según la Guardia Civil, el conductor reconoció su "falta de pericia en la conducción", ya que acaba de sacarse el carnet, y que "no levantó el pie del acelerador". En el otro coche, conducido por un adolescente de 17 años sin permiso, viajaban otros tres chicos.

Sobre las cuatro, ambos iniciaron una competición de velocidad por la A-44. El más joven, que conocía la carretera, fue frenando al llegar a la curva del kilómetro 93. El suelo estaba mojado y había niebla. Luego chocaron.