Una niña de 11 años falleció el viernes por la mañana en un albergue de Cabrera de Mar, el Maresme, en Barcelona, donde pasaba unos días de colonias organizadas por su escuela. La menor murió horas después de que la atendiesen dos médicos ya que tenía vómitos y tos. El facultativo del ambulatorio que la visitó en segundo lugar le diagnosticó una gastroenteritis y le dio un jarabe. Salud informó ayer de que los resultados de la autopsia han descartado una meningitis.

El jueves, la víctima se desplazó de excursión a Montserrat con el resto de alumnos. Allí se sintió indispuesta y la llevaron a la enfermería del monasterio. El primer médico que la reconoció no debió considerar que sus síntomas fuesen graves para derivarla a un hospital, por lo que la niña regresó con el grupo. Pero ante la persistencia del dolor los monitores la llevaron a un segundo centro. Y se repitió lo mismo. Más tarde la pequeña de una escuela de Arratzu (Vizcaya) empeoró y murió.

Ante esto, el alcalde de Kortezubi (Vizcaya) estudia, junto a los ediles, posibles medidas legales, por si se debiera a una falta de atención médica. El Juzgado de Instrucción de Mataró se hizo cargo del caso el mismo día.