Un agente de la Guardia Civil que participó en la investigación para detener al atracador Jaime Giménez Arbe afirmó ayer que no hay "ningún elemento" que avale la versión ofrecida por El Solitario sobre la participación de una tercera persona en el asesinato de los dos guardias civiles en Castejón.

El agente, que fue secretario de la investigación, afirmó en la segunda sesión del juicio contra Giménez Arbe que "todo indica que los elementos que hemos investigado son los que estaban en Castejón el 9 de junio de 2004", cuando fueron asesinados dos guardias civiles, y consideró que, "en un hecho que puede ser accidental, y sorprendido por la guardia civil, el acusado no tuvo más remedio que disparar para no ser sorprendido con sus armas y con sus elementos de caracterización".

"No vemos ningún elemento que implique que una tercera persona hubiera estado implicada en los hechos, la versión es totalmente ilógica", indicó sobre la teoría de Giménez Arbe de que el autor del asesinato fue un ciudadano corso que circulaba con un vehículo Suzuki. El secretario de la investigación explicó que el hecho de que ningún testigo viera a Giménez Arbe entre las 18 y las 21 horas del día de los hechos "encaja perfectamente con su forma de actuar".

CUADERNOS También destacó que en el domicilio de El Solitario fueron hallados cuadernos en los que se recogían "rutas de huida" de los atracos que cometió. Así, había rutas de Toro, Portugal, Alfaro y de zonas de Navarra, entre ellas, la de Castejón. "Eran planeadas para huir a través de vías secundarias", explicó, para asegurar que El Solitario conocía la zona en la que se cometió el asesinato.

El agente explicó que, una vez cometidos los crímenes, la Guardia Civil consideró que el autor de estos hechos era el mismo que había cometido múltiples atracos con anterioridad por su modus operandi, el tipo de armas utilizadas y el vehículo.

Por otra parte, en la segunda sesión del juicio comparecieron cuatro testigos protegidos que se encontraban cerca del lugar en el que se cometió el asesinato el 9 de junio del 2004. Como ya hiciera ayer un vecino de la zona, otro testigo protegido reconoció a Giménez Arbe como el ocupante de un todoterreno verde que se encontró de frente el 9 de junio de 2004 en la carretera que fueron tiroteados los agentes.

En el juicio también compareció muy brevemente el hijo de Jaime Giménez Arbe, Jaime Giménez, quien explicó que por la presión mediática él y su madre tuvieron que trasladarse al Reino Unido.