"¿Por qué no ha venido Perelman? " La pregunta, sin una explicación convincente sobre la ausencia de el genio ruso de las matemáticas, recorrió ayer el congreso que reúne en Madrid a 3.500 matemáticos de todo el mundo. Incluido el rey Juan Carlos, que no pudo entregarle la prestigiosa medalla Fields, considerada el Nobel de las matemáticas, y concedida también al francés Wendelin Werner; al australiano Terence Tao y a otro ruso, Andrei Okounkov.

"Es una decisión personal. El explicará su ausencia", coincidieron los galardonados al comparecer ante la prensa tras recibir la mayor distinción matemática, otorgada solo a menores de 40 años. Los tres dedicaron elogios protocolarios al enigmático sabio ruso, que en el 2003 resolvió el célebre enigma de la conjetura de Poincaré, que plantea una clasificación de los espacios muy útil para la física y matemáticas.

Psicología especial

"No es un desaire. Tiene una psicología especial y se siente aislado del mundo matemático. Quedará registrado como ganador", aseguró el presidente de la Unión Internacional de Matemáticos, John Ball, tratando de zanjar la cuestión y tras explicar que viajó a San Petersburgo para tratar de convencerle de que se desplazase a Madrid. "Estuvo muy cordial, pero no hubo manera", lamentó.

Perelman declaró ayer desde casa a France Press que "dentro de unos meses" explicará su renuncia al galardón. "El premio es irrelevante para mí. Cualquiera comprende que si la prueba es correcta no se necesita ningún otro reconocimiento", comentó hace unos días al The New Yorker .

Los premiados apuntaron que la mención les supone un nuevo estímulo para continuar con su trabajo. "Nos hará ser más responsables y tener más cuidado con lo que decimos para que no se nos interprete mal", comentó Werner, de 38 años y origen alemán. Werner es profesor en la Universidad de París Sud Orsay (Francia) y el noveno francés en recibir este premio por sus contribuciones al entendimiento de fenómenos críticos que aparecen en sistemas físicos.