Son cinco, como mínimo, los bufetes de abogados llegados desde Estados Unidos para, con métodos expresamente prohibidos en su país, tentar a los familiares de los fallecidos del MD-82 con indemnizaciones --dicen-- inimaginables en España por su cuantía. El Consejo General de la Abogacía Española ya se puso en guardia anteayer y recordó que viola el código deontológico de la profesión ofrecerse a las víctimas cuando aún es tan reciente el dolor y, en especial, recurrir a la publicidad para llegar hasta ellas. EL PERIODICO asistió la noche del pasado jueves a un cara a cara entre familiares y abogados en Las Palmas de Gran Canaria. Se violaron las normas. Un anuncio a media página en la prensa local fue la estrategia de contacto. A puerta cerrada, Gallagher Firm Law, Matthews and Associates prometieron, más que justicia, millones. "Nosotros no podemos hacer nada para meter en la cárcel al presidente de Boeing. Lo que hacemos es pegarles donde más les duele, en el bolsillo".

El anuncio era ambiguo. "Convocatoria accidente de Spanair", rezaba el título. A continuación se explicaba solo que el propósito era "informar a las familias de las acciones que se van a emprender en relación a este trágico suceso" y que, "obviamente", ni a periodistas ni a nadie más se le permitirá entrar en la sala.

La sala está situada en la planta 22 de un hotel. Acuden medio centenar de familiares, algunos desconfiados y otros encantados, pues ya han firmado con Gallagher y Matthews.

COMPLICIDADES "Les entiendo, yo también perdí un día a un familiar", afirma en busca de complicidades. Le acompaña su socio, de origen latino, y un letrado canario, Christian Cerpa.

Sin embargo, los dos abogados sorprenden por la soltura con la que encaran las situaciones incómodas. Una mujer les recrimina que tratan el caso como un simple negocio. "Este es nuestro trabajo. Y, sí, para nosotros esto es un negocio, y no vamos a pedir perdón por el trabajo que hacemos". "En ninguna otra parte del mundo se pagan las indemnizaciones que se pagan en Estados Unidos".

Los prospectos y la documentación que a modo de presentación dan a cada familia los abogados es apabullante. Los millonarios casos ganados aquí, allá y acullá del mundo salen referenciados una y otra vez. Sobre el accidente del MD-82, no obstante, apenas nada saben. Hasta ahora, solo han leído los periódicos, reconocen. Solo van a las conclusiones: "En todos los casos que hemos llevado hemos logrado indemnizaciones superiores a las que iban a conseguirse en el país de origen".

Esa es, de hecho, la estrategia de los bufetes estadounidenses ya contada por EL PERIODICO. El caso aquí es contra Spanair. En Estados Unidos, sería contra Boeing. El propósito puede ser incluso ni siquiera llegar a juicio. Así lo confesaron anteayer en Las Palmas.

Sobre el contrato, también se habló la noche del viernes en la planta 22 del hotel canario. "Tengan cuidado con lo que firman", alertan. En especial, si es con Spanair, subrayan. "¿Cuántos de ustedes cobraron ya los 25.000 euros de Spanair?", preguntan. Nadie responde.

No saben por qué se estrelló el MD-82. Solo tienen claro el final. "Que sepan que Boeing le está pidiendo a Dios cada noche que las indemnizaciones se pacten en España porque en Estados Unidos les aseguro que serán millonarias". El anzuelo está en el agua.