La francesa Isabelle Dinoire, de 38 años, primera trasplantada parcial del rostro en todo el mundo, se mostró ayer por primera vez ante la prensa para agradecer la generosidad de la donante que le ha permitido "iniciar una segunda vida". Ahora vuelve a tener "una cara como todo el mundo", suspiró, visiblemente intimidada por las cámaras y los centenares de periodistas que se desplazaron al hospital de Amiens para asistir a la rueda de prensa convocada por los cirujanos responsables del histórico trasplante, Bertrand Devauchelle y Jean Michel Dubernard.

Vestida con una rebeca rosa y una camiseta negra, y con un aspecto que podría calificarse de relativamente normal, a pesar de tener todavía la parte izquierda de su nuevo rostro hinchada y visibles cicatrices, la mujer expresó su voluntad de retomar el curso de su vida cuando acabe el periodo de observación y recuperación, que sigue desarrollándose en Amiens. A pesar de tener claras dificultades para articular palabras, habló durante varios minutos ante una asistencia tan impresionada y emocionada como lo estaba ella.

"Ahora puedo abrir la boca y comer. Desde hace poco siento mis labios, mi nariz y mi boca", dijo con una sonrisa en los ojos, ya que la parte baja de su cara permanece todavía rígida. Su única aspiración es la de "recuperar una vida normal, familiar y profesional".

Mordida por su perra

Isabelle fue desfigurada el pasado mes de mayo por su perra. La joven había intentado suicidarse con una sobredosis de pastillas que sólo la durmió profundamente, tan profundamente que ni siquiera se dio cuenta de que su perra, que intentó despertarla, primero a lametazos, se había comido la mitad de su cara.

Ella misma explicó lo ocurrido: tomó medicamentos para "olvidar" una semana difícil y, cuando se despertó, intentó encender un cigarrillo: "No se aguantaba en mis labios; descubrí el charco de sangre y mi perra al lado. Entonces me miré al espejo y quedé horrorizada, no podía creer lo que veía".

"Desde aquel día mi vida cambió. Durante un mes y medio en el hospital no me atrevía a salir de la habitación por miedo a la mirada de los otros", recordaba ayer esta madre de familia que sólo aspira a volver a su casa con sus dos hijas.

Lo más penoso fue, al parecer, esperar el día de la operación. Hasta el 27 de noviembre no pudo beneficiarse del primer trasplante parcial del rostro (el triángulo nariz- labios-mentón). Fue operada en el hospital de Amiens por el equipo de los profesores Bernard Devauchelle y Jean-Michel Dubernard, del hospital Edouard-Herriot de Lyón, especializado en el trasplante de manos y brazos. Una primicia mundial que debería repetirse próximamente.

Los médicos que asistieron a la conferencia de Isabelle Dinoire explicaron la evolución de la paciente. "Más de dos meses después, muestra signos objetivos de recuperación de la sensibilidad ... Es realmente formidable y va más allá de cualquier esperanza", afirmó Devauchelle.

Reacción española

En España, el director de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, desveló ayer que ya hay un grupo trabajando para poder realizar trasplantes de cara. Si llegan a pedir autorización para practicar una intervención de este tipo, Matesanz, "no hay razón para denegar el permiso". El mismo equipo médico que operó a Isabelle Dinoire se plantea realizar otras cinco operaciones del mismo estilo, para las que pidió ayer autorización al Ministerio de Sanidad francés, ahora que parece haberse calmado la fuerte polémica mediática que acompañó el anuncio del trasplante.

Sin embargo, el debate ha resurgido por las revelaciones de la prensa británica, que ha desvelado la identidad de la donante. El diario Daily Mail publicó incluso, el día 28, la foto y el nombre de la donante, una mujer originaria también del norte de Francia. Los médicos responsables de la intervención aclararon que la cara de Isabelle Dinoire nunca se parecerá a la de esta persona.