Un monstruo. Eso es Katrina , un huracán de categoría 5 --la máxima en la escala Saffir-Simpson-- que ha provocado el estado de emergencia en Nueva Orleans. Ante la práctica certeza de que la tormenta azotará hoy la ciudad, especialmente vulnerable por estar situada en un 70% bajo el nivel del mar, las autoridades ordenaron ayer la evacuación obligatoria de su casi medio millón de habitantes.

Las carreteras para escapar de una pesadilla que ayer provocaba vientos de hasta 280 kilómetros por hora se colapsaron, al igual que el aeropuerto, mientras muchos turistas quedaron atrapados sin aviones ni coches de alquiler y los refugios empezaron a llenarse. Las alertas y evacuaciones se repitieron a lo largo de toda la costa del golfo de México, donde el país produce un tercio de su petróleo. Una intervención del presidente, George Bush, confirmó la gravedad de la situación. Las autoridades hablan de "potenciales pérdidas masivas de vidas".

"ESTO ES MUY SERIO" "No quiero crear pánico, pero quiero que los ciudadanos entiendan que esto es muy serio", dijo Ray Nagin, el alcalde de Nueva Orleans. Su intervención fue retransmitida en directo por las televisiones del país. Junto a él, daban instrucciones responsables locales de bomberos y policía y la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco. La interestatal 10, transformada en una megautopista sólo de salida, estaba colapsada.

Bush reforzó las llamadas a la evacuación. "Insistimos todo lo que podemos en el peligro que este huracán supone para las comunidades del golfo de México", dijo el presidente. "Llamo a todos los ciudadanos a que hagan de su seguridad y la de sus familias una prioridad trasladándose a territorios seguros".

LOS ANTECEDENTES EEUU tiene tres devastadoras experiencias de huracanes de categoría 5: uno sin bautizar en 1935; el Camille , que dejó 250 muertos en 1969; y el Andrew , en 1992. Aunque ninguno azotó directamente Nueva Orleans, esta vez ese parece el seguro destino del Katrina .

"Este es un acontecimiento que ocurre una vez en la vida. Nunca un huracán de esta magnitud ha golpeado directamente la ciudad", reconoció el alcalde, tenso. Tiene motivos para estar nervioso: Nueva Orleans está rodeada por agua en tres de sus flancos y su sistema de diques, en palabras del alcalde, "muy probablemente no resistirá".

Ya hay montados 10 refugios, el mayor de ellos en el recinto deportivo bautizado como Supercúpula , adonde se recomendaba ir con provisiones para aguantar hasta cinco días. Las colas que ayer se formaban allí ponían de manifiesto otra realidad: la mayoría de los necesitados de refugio eran ciudadanos negros sin recursos. En la ciudad también han quedado atrapados muchos turistas, y el alcalde reconoció que no hay ni vuelos ni coches de alquiler.

AYUDA FEDERAL Bush ya había decretado el estado de emergencia en los estados de Luisiana y Misisipí, lo que permite garantizar que las zonas afectadas reciban ayuda federal. Aunque parte de las tropas locales están actualmente en Irak, según el alcalde Nagin hay hasta 1.500 miembros de la Guardia Nacional preparados para actuar.

El año pasado se vivieron situaciones similares en Nueva Orleans, pero la evacuación entonces fue en realidad una medida de precaución que excedió el riesgo real. El Centro Nacional de Huracanes emitió ayer un comunicado reconociendo que Katrina , que a finales de la semana pasada azotó el sureste de Florida como una tormenta de categoría 1 se ha transformado y ganado fuerza "potencialmente catrastrófica".