El bisturí metálico y los puntos de sutura, antiguos protagonistas principales de cualquier intervención quirúrgica, sólo son imprescindibles en estos momentos para el trasplante de algún órgano, aseguran destacados cirujanos de Barcelona. El resto de operaciones pueden realizarse, y se hacen de forma creciente, con técnicas poco agresivas, que no exigen abrir el tejido y permiten al paciente volver a casa en las 36 o 48 horas posteriores. O, en muchos casos, el mismo día de la intervención.

Entre ellas figuran las operaciones de abdomen, intestino, cerebro, corazón, tórax, articulaciones óseas y órganos reproductores, incluidos los cánceres en cualquier órgano.

Esas técnicas de cirugía endoscópica se han generalizado en los hospitales catalanes desde 1998, aunque con grandes diferencias en el tipo de intervenciones que asumen. Con ellas, los centros han conseguido reducir drásticamente la ocupación de sus camas, pero han tenido que afrontar la costosa actualización electrónica de sus quirófanos. Los cirujanos deben reiniciar su dominio de la técnica quirúrgica, ya que pasan a ver los órganos en forma de imagen bidimensional, en lugar de tenerlos entre las manos.

EL PACIENTE, CONTENTO Los enfermos agradecen invariablemente que se les reduzca la agresión y el tiempo de ingreso, pero no siempre se adaptan a limpiar sus heridas en casa, uno de los requisitos que se les proponen al acceder a esta cirugía.

"Apenas sufren infecciones posoperatorias, no hay puntos de sutura que molesten, necesitan menos antibióticos, conservan mejor su sistema inmunológico y pueden recuperar en pocos días su dieta y su actividad", asegura Antonio de Lacy, cirujano experto en endoscopia del Hospital Clínic. Los pacientes reconocen esas mismas ventajas. "Si son mayores o viven solos, se les opera con la nueva técnica, pero se recuperan en el hospital", afirma Enric Agustí, subdirector del Servei Catalá de la Salut.

Sanitat ha optado de forma clara por esta cirugía poco invasiva. En 1997, fueron operadas 27.763 personas con técnicas que exigieron muy pocos días de ingreso. En el 2002 ya fueron 99.093 pacientes.

LA TECNICA La cirugía endoscópica consiste en introducir varias cánulas de apenas un centímetro de diámetro en la zona que se debe operar, con el fin de manejarlas desde el exterior.

Una de las cánulas conduce la cámara de vídeo que ilumina y emite a un monitor el órgano en cuestión, otra insufla aire para que la visión sea nítida, y las demás transportan el bisturí de titanio que corta, grapa y coagula y las pinzas que el cirujano vaya a necesitar para separar y mover tejidos. Todo se dirige a través de la pantalla. No hay hemorragias, ni internas ni externas, si todo transcurre bien.

El Hospital Clínic, de Barcelona, es el centro que aplica la endoscopia en más tipos de procesos. "Un 83% de toda la cirugía que hacemos, en particular la digestiva, ya no es abierta --afirma De Lacy--. En el caso del corazón, se aplica en un 20% de intervenciones. Un cambio radical".