El primer ministro británico, Gordon Brown, que interrumpió sus vacaciones tras confirmarse un brote de fiebre aftosa en una granja ganadera inglesa, presidirá hoy una reunión del denominado Comité Cobra del Gobierno, que suele convocarse en caso de emergencia.

Alrededor de sesenta animales de una explotación próxima a Guildford, en Surrey (sur de Inglaterra), han dado positivo en los análisis de infección por fiebre aftosa, una enfermedad que causó estragos en el Reino Unido en el 2001. Las autoridades británicas han puesto en marcha una operación de emergencia para evitar la propagación del brote.

Una zona de protección de tres kilómetros y otra de vigilancia de diez han sido establecidas alrededor de la granja, al tiempo que se ha impuesto una prohibición al movimiento de animales en todo el país, salvo que tengan una autorización. Además, en aplicación de la normativa, todo el ganado de la granja afectada será sacrificado, indicó un portavoz del Gobierno británico.

"El ganado de la granja será sacrificado esta mañana y los restos serán luego incinerados", confirmó al programa Today de la Radio 4 de la BBC la veterinaria asesora del Gobierno, Debby Reynolds. Indicó que las líneas de trabajo ahora están dirigidas a evitar una propagación de la enfermedad, garantizar que las restricciones impuestas en el Reino Unido están funcionando y determinar el posible origen del virus.

Las investigaciones se centrarán en examinar si el virus ha llegado a Surrey por un movimiento ilegal de animales, por el aire o por una contaminación accidental, añadió Reynolds, que recomendó a los granjeros de todo el país que examinen su ganado detenidamente y informen inmediatamente si detectan algo sospechoso.

Reynolds, que presentará un informe al comité de crisis del Gobierno sobre la respuesta al brote de la enfermedad, consideró que los primeros resultados de los análisis pueden estar disponibles a lo largo del día, aunque advirtió de que podrían retrasarse. Una vez que se identifique la cepa, los expertos analizarán si se disponen de vacunas pertinentes en los bancos de vacunas británicos o comunitarios y, sólo entonces, se conocerá si la vacunación es una opción práctica.

El ministro de Medio Ambiente, Hilary Benn, también va a interrumpir sus vacaciones en Italia, al igual que el líder conservador, David Cameron.

La Comisión Europea (CE), que fue informada inmediatamente del brote de fiebre aftosa, tiene previsto adoptar el lunes una decisión de emergencia que confirmará las medidas de restricción de movimiento del ganado aplicadas por las autoridades británicas tras la detección del brote.

El Reino Unido sufrió durante el 2001 una epidemia de fiebre aftosa que obligó a sacrificar entre 6,5 y 10 millones de cabezas de ganado. Entonces se registraron unos 2.000 casos de la enfermedad en granjas de todo el Reino Unido y el país sufrió unas pérdidas de unos 8.500 millones de libras (unos 12.500 millones de euros). Con más de 800 casos, la región de Cumbria (noroeste inglés) fue la más afectada por la epidemia, que causó también grandes pérdidas en el sector del turismo.

La fiebre aftosa es una enfermedad viral muy contagiosa de los animales de pezuña hendida, que se caracteriza por la formación de aftas (ampollas rellenas de líquido) y lesiones en la boca, la nariz, las tetillas y las patas.