Nuria Espert vuelve a dirigir una ópera, esta vez para una coproducción del Teatro Real junto a la Asociación Bilbaína Amigos de la Opera sobre la obra de Puccini Tosca , para la que cuenta con varios repartos, el primero encabezado por Daniela Dessi, Fabio Armiliato y Ruggero Raimondi.

El estreno mundial será el próximo jueves y entre esos repartos, con nombres como Ana María Sánchez, Raina Kabaivanska, Mario Malagnini y Enrique Baquerizo, Nuria Espert quiso hacer ayer una mención especial de la interpretación que el día 31 hará la soprano rusa Olga Romanko, que ha elegido el Real para decir adiós a uno de los papeles fundamentales de su repertorio, el de Floria Tosca. "Algo que a mi me llena de orgullo", señaló.

Espert, que estuvo acompañada en el Real por el director musical del espectáculo Maurizio Benini, quiso dejar claro que la escenografía, el vestuario y la iluminación de esta Tosca , que corren a cargo de Ezio Frigerio, Franca Squarciapino y Vinicio Cheli, "respeta la época". "Es todo bello y sorprendente -añadió- y está al servicio del libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, y la partitura de Puccini".

MONTAJE REVOLUCIONARIO La actriz, que debutó en la escena operística a principios de los 90 con otro Puccini, Madame Butterfly , comentó que el montaje "no es revolucionario, es actual y respeta lo escrito por el compositor". "Lo que está claro -dijo- es que esta Tosca no es una miliciana colombiana".

Algo que compartió con Benini, para quien "la ópera necesita de una continua renovación, sino moriría. Un músico no puede cambiar las notas, pero sí darle una lectura del año 2000", a lo que Espert añadió que "ya no hay nada sacrosanto, pero para que funcione esa renovación hay que hacerla con el corazón".

Nuria Espert reconoció que "ha sido difícil ensayar con tres señoras" como Daniela Dassi, Ana María Sánchez y Raina Kabaivanska, "pero todo se transformó en un inmenso placer, ya que el resultado son tres Toscas muy diferentes".