El peso corporal, por exceso o por escasez, influye de forma decisiva en la longevidad de los individuos. Las personas que sufren obesidad y las que, sin ser obesas, tienen un excesivo perímetro de cintura por la grasa acumulada presentan un riesgo de morir a medio plazo hasta un 100% superior que aquellas que mantienen unas moderadas proporciones antropométricas. Los muy delgados tienen el mismo riesgo que los muy obesos, aunque las causas de su fallecimiento serán distintas. Estas son las conclusiones del mayor estudio realizado en el mundo para establecer la relación entre obesidad y muerte. Han participado 360.000 personas de 35 a 65 años, reclutadas en 10 países europeos. Entre ellas, 40.000 españoles de Asturias, Guipúzcoa, Navarra, Granada y Murcia.