El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, rectificó ayer y destituyó al párroco de Peñarroya José Domingo Rey Godoy, condenado a 11 años de prisión por abusos sexuales a seis niñas. No obstante, tanto Asenjo como la Conferencia Episcopal, de la que el obispo de Córdoba fue secretario general desde 1998 hasta el pasado mes de agosto, reiteraron su respaldo al cura.

Pese al cese, Rey Godoy mantiene su condición sacerdotal, por lo que podrá seguir oficiando misa y que continuará siendo sacerdote de la diócesis, aunque sin estar adscrito por el momento a ninguna parroquia concreta.

Asenjo evitó ayer explicar por qué destituyó al párroco pederasta tras emitir el miércoles un comunicado en el que mostraba su "apoyo y cercanía" al condenado y rechazaba su cese o traslado.

"HECHOS DEPLORABLES" La Conferencia Episcopal se remitió al Obispado de Córdoba y al comunicado difundido a primera hora de la mañana de ayer, en el que se subraya que los hechos denunciados, "de ser ciertos, son siempre deplorables, moralmente condenables y causa de sufrimiento para todos".

La defensa tiene un plazo de 20 días para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Consitucional. Si lo hace, la condena de 11 años de prisión quedaría en suspenso. La representación legal del sacerdote lo está estudiando.

Unos 300 vecinos de Peñarroya, entre ellos familiares de las menores, se manifestaron ayer por la tarde ante la parroquia del Salvador del municipio, donde ha residido hasta ahora el cura condenado. Celebraron la noticia del relevo con el lanzamiento de cohetes artificiales.