El presidente de la Conferencia Episcopal Austríaca, el cardenal Christoph Schönborn, emplazó ayer a la Iglesia católica a una "profunda renovación interna" tras las "terribles semanas" que la institución ha vivido por los escándalos de encubrimiento de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes. En lo que va del 2010 la institución ha recogido la comunicación de 566 presuntos casos de agresiones sexuales y maltratos perpetrados por religiosos católicos, en su mayoría prescritos judicialmente.

Schönborn aprovechó la celebración del oficio religioso de pentecostés en la catedral de Viena para recordar que la Iglesia no puede "pasar por alto" esos asuntos, que han provocado un deterioro de su imagen, subrayado por varias encuestas, y el abandono del catolicismo en el 2009 de más de 50.000 creyentes austríacos. Esta cifra de abandonos sin precedentes en Austria, que aún puede verse superada este año, según los propios cálculos episcopales.

La renuncia tiene importantes consecuencias para las cuentas de la Iglesia. En Austria hay un registro oficial de confesiones que permite recaudar impuestos y el 85% de los ingresos de la Iglesia católica proviene de esa fuente.

El máximo responsable de la jerarquía católica austríaca reconoció que la salida a la luz de los escándalos ha hecho que la celebración de Pentecostés de este año se haya visto marcada por "la pena y la tristeza". Pero, a su juico, esta festividad puede servir de punto de partida para canalizar ±el ansia de una renovación desde dentroO, que debe ir más allá de una reforma estructural.

Schönborn, de 65 años y animador de las reformas, es partidario de que el celibato de los sacerdotes sea optativo y no obligatorio, lo que sería una revolución en una Iglesia en crisis, con un Papa conservador refractario a las aperturas y un Vaticano que no quiere debatir estas cuestiones incandescentes.

En la celebración de ayer, marcada por el arrepentimiento, afirmó que la vida moderna arrastra a las personas hacia la superficialidad y lamentó que se presta "poca atención al alma".