La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha criticado al Gobierno por no cumplir los cupos de refugiados comprometidos para España y ha reclamado al Ejecutivo que busque una alternativa a los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y detenga las expulsiones sumarias de inmigrantes desde Ceuta y Melilla.

Según el presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, el obispo de Astorga Juan Antonio Menéndez, hay alternativas que serían mucho más adecuadas que los CIE «sobre todo cuando se mezclan menores, familias, mayores y personas que pueden estar en situaciones delictivas».

Menéndez criticó la situación de los inmigrantes internados en la cárcel de Archidona (Málaga), y destacó que este tipo de centros «no son la mejor solución». En noviembre, el Ministerio del Interior transformó la nueva cárcel de Archidona, pendiente de inauguración, en un CIE provisional, cuyas condiciones fueron denunciadas por sindicatos y asociaciones de apoyo a inmigrantes. El 29 de diciembre, un interno argelino de 36 años se suicidó.

En una rueda de prensa con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado que se celebrará el día 14, el presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, dio a conocer el lunes los 20 puntos propuestos por el Vaticano a las Naciones Unidas sobre migración y refugiados bajo el lema «Acoger, proteger, promover e integrar».

MEDIDAS POLÍTICAS / Estas propuestas se concretan en medidas políticas para alcanzar una seguridad en inmigración y, de aprobarse, supondrían «un paso de gigante para lograr una migración lo más humana posible», a juicio de la CEE. Entre las demandas de la Santa Sede, elaboradas con el apoyo de las conferencias episcopales, están el que se favorezca la creación de corredores humanitarios para acoger a los más vulnerables, acabar con las expulsiones masivas, garantizar el acceso a la justicia y que se respete la condición de menores de los inmigrantes que lo son por encima de cualquier otra.

En relación a España, los obispos valoraron la respuesta de la sociedad hacia los inmigrantes y destacaron que, a diferencia de lo ocurrido en algunos países del norte de Europa, aquí no se han registrado brotes de xenofobia, gracias -según Menéndez- a la experiencia migratoria de los españoles que les llevó a aprender que «el forastero es un hermano y no un competidor». Menéndez pidió que se extreme el cuidado en las fronteras, en especial en el sur, para que no se lesionen los derechos fundamentales de los inmigrantes, sobretodo de los menores.

ESPAÑA, CONDENADA / El responsable episcopal reclamó que se acabe con las devoluciones sumarísimas y recordó que España ha sido condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por expulsar colectivamente a personas inmigrantes.

En esto coincidió la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, quien subrayó que el drama de la inmigración no se debe tanto a una crisis humanitaria como al fracaso de las políticas migratorias centradas en el control de flujos. «Es un escándalo que afecta a la dignidad de las personas», declaró Peiro. La secretaria general de Cáritas destacó que, desde las organizaciones de la Iglesia se posicionan «siempre y sin titubeos» al lado de los migrantes y refugiados «testigos de muerte y de dolor en escenarios como Tarifa, la playa ceutí del Tarajal, las vallas, Siria o las aguas del Mediterráneo».