Las empresas empiezan a subirse al carro de los biocombustibles. La población toledana de Ocaña alberga desde ayer la mayor planta española de biodiésel, un carburante que contamina menos y contribuye a evitar la dependencia del petróleo. La compañía Nátura, controlada por el Grupo Jiménez Belinchón, inauguró la fábrica de la que saldrán al año 120 millones de litros. A esta se le unirán a finales del próximo año otras dos en Alicante y Gijón.

Como señaló el presidente de Nátura, Juan Carlos Jiménez, pretenden "liderar" en los próximos años la producción de biodiésel para ir sustituyendo progresivamente los carburantes tradicionales por otros "menos contaminantes y más renovables".Destacó que las tres plantas van a necesitar 1,2 millones de hectáreas cultivadas con semillas oleaginosas (girasol, colza y soja) para producir cerca de un billón de litros al año. Con esa cantidad en el mercado, se evitará la emisión de 140.000 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.

El presidente de Castilla La Mancha aprovechó para pedirle que use "materia prima de campos de la región".