La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido este lunes del peligro de las bacterias resistentes por el "mal uso" de antibióticos en animales y ha pedido un cambio en la normativa para que se permitan "solo" cuando estén enfermos.

En un comunicado, incide en que si bien los antibióticos son indispensables para la salud, su abuso ha provocado la resistencia de las bacterias y la aparición de "superbacterias", y que uno de los principales errores que se cometen es suministrar estos fármacos "de forma abusiva a los animales".

Aclara que los residuos de antibióticos no suelen estar presentes en la carne o la leche que consumen las personas pero a mayor uso de estos medicamentos "mayor probabilidad" hay de desarrollar bacterias resistentes a ellos.

Bacterias resistentes

La asociación de consumidores asegura que las bacterias resistentes de los animales pueden llegar a los humanos "a través del contacto directo o la dispersión medioambiental en el aire o el agua" con lo que además de la carne, los alimentos vegetales pueden contenerlas por el abono o el agua de riego contaminadas con las heces.

Así las cosas, la OCU se ha sumado a la campaña europea puesta en marcha por la Organización Europea de Consumidores para exigir a los ministerios de Sanidad y Agricultura "un uso más responsable de los antibióticos en los animales destinados a la producción de alimentos y frenar la expansión de las bacterias resistentes".

Además, la organización de consumidores pone otra campaña de movilización contra las bacterias resistentes no solo para que los ciudadanos estén informados sino también para que los ministerios correspondientes tomen medidas ante "este importante problema".

La OCU pide que se cambie la normativa para que solo se permita el uso de antibióticos en animales enfermos.

También insta a que se reserven para el consumo humano y nunca se utilicen en las granjas los antibióticos en los que ya se haya encontrado una elevada tasa de resistencias.

Entre sus reivindicaciones solicita que se refuercen los controles para supervisar el cumplimiento de la normativa y mejorar las prácticas de higiene y cuidado de los animales en las granjas, ya que así "se reduciría la necesidad de recurrir a los antibióticos".

La OCU afirma que la Agencia Europea de Medicamentos apunta a España como el país de la UE donde más antibióticos veterinarios se venden, la mayoría destinados al uso ganadero.