Entre las características para describir a una persona mayor de 40 años, una es válida siempre: tiene presbicia, conocida popularmente como vista cansada. El trastorno, que hace ver con dificultad los objetos situados entre 35 centímetros y un metro, afecta a más de 18 millones de españoles y su incidencia va en aumento.

Según proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, esta anomalía visual producida por la degeneración del cristalino afectará en el 2015 a más de la mitad de la población, debido a la mayor esperanza de vida, a las mejoras sociosanitarias y al envejecimiento de la población.

"El aumento no se debe al mayor uso de ordenadores, videojuegos u otras tecnologías, sino simplemente a que se lee más y se necesita una mejor visión de cerca para realizar actividades tan cotidianas como ver o marcar los números del móvil", asegura Manuel Gómez Serrano-Sánchez, profesor de Contactología de la Universidad Europea de Madrid.

Ojo con el ordenador

No obstante, la Asociación Americana de Oftalmología relaciona los ordenadores con hasta 11 posibles trastornos como ojo seco, cambio retardado entre la visión lejana y cercana, ojos rojos y molestia al usar lentillas, alteraciones en la percepción cromática y elevada sensibilidad a la luz.

Marisol García Rubio, directora del Centro de Optometría Internacional, explica que los dos problemas más graves que provoca el uso del ordenador son la disminución del parpadeo y el esfuerzo que tienen que hacer los ojos. "La frecuencia normal de parpadeo es de 12 veces por minuto; cuando se trabaja con el ordenador, el ritmo baja a 2. Como consecuencia, los ojos se quedan secos y se ponen más rojos", advierte García Rubio.

La experta repara en que, además, los ojos están preparados para ver de cerca hacia abajo y de frente a lo lejos. "Con el ordenador se mira de frente y se mantiene un esfuerzo sostenido durante mucho tiempo a 40 centímetros, lo que provoca un gran cansancio, irritación y pesadez", añade.

En cualquier caso, corregir la presbicia es, según los expertos, el gran reto de la oftalmología del siglo XXI. Hasta el momento, las gafas o lentes de contacto son la única solución. Mientras llegan los avances, los laboratorios CooperVisión han lanzado a las 8.400 ópticas unas lentillas que permiten ver bien a cualquier distancia y, en lugar de las gafas, resuelven el problema de más de 5 millones de españoles que también tienen miopía y astigmatismo.