La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tomado medidas ante la sospecha de que está muy próxima una pandemia (epidemia de alcance mundial) causada por un virus de la gripe desconocido, para el que no existiría vacuna.

Este temor, expuesto en las últimas reuniones de los expertos en virus respiratorios que asesoran a la OMS, ha llevado al organismo a ensayar prototipos de posibles vacunas, explicó Josep Lluís Taberner, subdirector de Promoció de la Salut de la Generalitat, que participó en dichos encuentros.

Las vacunas en ensayo se elaboran con virus que causan la gripe en animales, cuya eventual mutación podría transmitir la infección a las personas.

Entre ellas figura una vacuna compuesta por virus inactivado de la gripe del pollo, el H5N1, un microorganismo que ya ha demostrado capacidad para infectar al ser humano, pero que no se ha contagiado de una persona a otra, como temen los científicos.

AL FINAL DE UN CICLO "La impresión general entre los grandes epidemiólogos convocados por la OMS es que estamos al límite del ciclo que siguen las pandemias de gripe, lo que significa que puede ser inminente la aparición de una gran infección --asegura Taberner--.

Por eso se sigue tan de cerca la evolución de la gripe del pollo. Todas las pandemia gripales se iniciaron en el sureste asiático, a partir de cepas víricas de animales que mutaron y pasaron a la especie humana".

Las epidemias mundiales de gripe son cíclicas y se repiten aproximadamente cada 20 o 25 años, explica el experto. "La última fue la gripe asiática y se produjo hace 24 años, por lo que el ciclo está a punto de finalizar", añade. Un nuevo virus gripal, surgido de una mutación, lógicamente no estaría incluido en las vacunas antigripales que ha diseñado la OMS para el próximo invierno.

NUEVO VIRUS En el momento en que se detecte ese posible nuevo virus, se deberá actuar sobre la marcha e investigar rápidamente en busca de la sustancia capaz de atenuarlo.

Conociendo el gran poder de propagación de los virus respiratorios, los científicos intentar acortar esa búsqueda adelantándose con la producción de hipotéticos antídotos. Una vez inoculada, una vacuna antigripal tarda un mínimo de 20 días en crear anticuerpos de defensa en el receptor.

ZONAS IMPLICADAS "El virus de la gripe se transmite mucho más fácilmente que el del sida --aseguró Taberner--. Es la última gran peste del ser humano, para la que no existen fármacos eficaces una vez ha infectado".

Dado que este virus se adquiere en el acto de respirar, si la población no ha sido protegida por una vacuna, puede llegar a afectar al 60% o 70% de los habitantes de las zonas implicadas.

En un año de gripe normal, la infección afecta en España a entre un 10% y un 20% de la población.