El hecho de que exista tratamiento curativo para la tuberculosis pulmonar apenas beneficia a la mayoría de los países africanos donde la infección sigue siendo endémica y mortal. El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre esta enfermedad, difundido ayer, indica que en el 2006 fallecieron por tuberculosis 1.700.000 personas, de las que unas 200.000 lo hicieron a causa de un contagio del sida que se agravó por la infección pulmonar. Otras 9.200.000 personas sufrieron una infección de tuberculosis ese año, un contagio que, para 500.000 enfermos, significa la muerte a medio plazo ya que han contraído bacilos multirresistentes a las terapias.

Esas resistencias son vistas con preocupación por los técnicos de la OMS, ya que significan que los microorganismos invulnerables a los tratamientos se están adueñando sin freno de las zonas del mundo en que las circunstancias sanitarias son más precarias, desde donde pueden viajar hacia países cuya población solo está protegida --tiene anticuerpos-- frente a la tuberculosis clásica.

DIFICILES DE CURAR "La situación es alarmante: la tuberculosis multirresistente puede transmitirse con gran facilidad y es cien veces más difícil de curar que la tratada convencionalmente", afirmó Margaret Chan, directora general de la OMS. Chan atribuyó el avance de esas cepas de bacilos inmunes a la ausencia de métodos diagnósticos y de sanitarios preparados para afrontar la tuberculosis, de que adolecen los países más afectados.

El representante de las Naciones Unidas para la tuberculosis, Jorge Sampaio, destacó la paradoja de que, siendo la tuberculosis una enfermedad curable, se haya convertido en la principal causa por la que en Africa mueren las personas infectadas por el virus del sida. La tuberculosis acelera la inmunodeficiencia de los afectados por el VIH.

El director ejecutivo del fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, Peter Kazatchkine, alertó de la perenne escasez de fondos con que cuentan. Aunque han invertido 350 millones de euros anuales en la lucha contra la tuberculosis, para invertir la actual evolución serían necesarios 1.500 millones de euros cada año.