La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio ayer por terminado el brote de síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) que ha causado la muerte a 812 personas e infectado a 8.439 en una treintena de países, con China, Taiwan y Hong Kong a la cabeza. La directora general del organismo internacional, la noruega Gro Harlem Brundtland, afirmó que la epidemia "ha sido contenida en todo el mundo" aunque advirtió que es necesario extremar la vigilancia para que no resurja.

Brundtland dijo que todavía hay unos 200 pacientes de SARS hospitalizados y aventuró que "algunos casos pueden haber escapado al control". Un sólo caso podría dar inicio a un nuevo brote, con lo que "no se puede bajar la guardia", dijo la directora general de la OMS. Por su parte, el director de enfermedades contagiosas del organismo, David Heymann, no descartó que el SARS pueda resurgir incluso de manera endémica, como la gripe.

En su opinión, ciertas enfermedades respiratorias tienen un periodo más propicio de transmisión, dependiendo del clima. Por esa razón, la vigilancia se mantendrá durante 12 meses. Mientras tanto, seguirán las investigaciones destinadas a averiguar el origen del virus de la neumonía asiática, un coronavirus latente en animales que podría haberse propagado en algún mercado de Shenzen, en la provincia china de Cantón.

La OMS anunció ayer que Taiwán ha sido retirado de la lista de territorios afectados por la neumonía asiática, con lo que ya no queda ningún país en el mundo donde se desaconseje viajar por temor a la epidemia. Hace 20 días que no hay nuevos contagios en Taiwán.

GRAN RECIBIMIENTO

En China, donde la economía sufrió un considerable varapalo a causa el SARS, los primeros turistas están siendo recibidos con honores de jefe de estado tras meses de psicosis y aislamiento. El viernes por la noche medio millar de turistas, los primeros en llegar tras la retirada el 24 de junio de no viajar, fueron agasajados con una cena y varios espectáculos. El SARS causó en China la muerte de 349 personas y afectó a 5.327.