El Programa de las Naciones Unidas sobre el Sida (Onusida) capitaneó ayer la ola de reacciones por lo que calificó de "significativo" el paso dado por el papa Benedicto XVI al aceptar el uso de profilácticos en algunos casos, por ejemplo para evitar el contagio del VIH. "Es un avance que reconoce que un comportamiento sexual responsable y los preservativos tienen un papel importante en la lucha contra el sida", dijo el director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé. Sin duda, recalcó, "esto ayudará a acelerar la revolución contra el sida". En el mismo sentido se pronunció el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en declaraciones concedidas a un diario portugués: las declaraciones del Papa, afirmó, "son bienvenidas y reflejan comprensión hacia el problema del sida".

La sorprendente matización del Pontífice, extraída de un libro-entrevista que esta semana saldrá a la venta, también suscitó la reacción de la oficina de prensa de la Santa Sede, que precisó que no se trata de un "giro". La declaración del Papa "no reforma o cambia las enseñanzas de la Iglesia; al contrario, confirma el valor y la dignidad que la Iglesia atribuye a la sexualidad humana como expresión de amor y responsabilidad", precisó el portavoz Federico Lombardi, quien también especificó que Benedicto XVI no justifica el uso "desordenado" de la sexualidad.

Con sus declaraciones, continuó Lombardi, el Papa quiso aclarar su visión ante la polémica suscitada por unas declaraciones de marzo del 2009 --cuando dijo que los preservativos aumentaban la difusión del sida-- y aclarar que él cree que los condones no son "la única" solución a la expansión del virus del VIH. El Papa sigue creyendo que la abstinencia y la fidelidad son los métodos más eficaces en la lucha contra el sida, insistió el portavoz de la Santa Sede.

Aun así, observadores y expertos, entre ellos el especialista en temas de religión Giacomo Galeazzi y el vaticanista Marco Politi, coincidieron en que se trata de una apertura "histórica", al haber sido el primer Papa que interviene a favor del condón. Según Politi, por ejemplo, el Pontífice descubrió que "demonizar" el preservativo es "insostenible desde el punto de vista científico, teológico y moral", una opinión que también encontró partidarios entre organizaciones de homosexuales y de lucha contra el sida.

"HAY QUE DAR MAS" Es "un paso al que no hay que quitarle mérito, mucho más cuando en un tema como este han querido tener la razón todo el tiempo, por los siglos de los siglos", afirmó la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído. Sin embargo, destacó, "aún hay que dar más pasos".

Como era de esperar, el caso no ha tardado en generar críticas de algunos sectores de la Iglesia. Entre otros, el teólogo progresista Juan José Tamayo, de la asociación Juan XXIII, afirmó que cree que "no hay cambios" en la postura de la Iglesia. El Papa "sigue demostrando una gran insensibilidad hacia situaciones que ponen en riesgo la vida" y solo admite "algunas excepciones, como siempre ha hecho la moral católica", dijo Tamayo.