Los grandes computadores se quedan obsoletos en pocos años y es necesario renovarlos", resume el director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Francesc Subirada, para justificar las dos próximas revoluciones que experimentará el centro: esta primavera se renovará su actual estrella, el Mare Nostrum, y en tres años se estrenará un nuevo cerebro informático, Mare Incognito, que será más de 10 veces más rápido que su antecesor. "El diseño no se ha decidido, pero será de unos 5.000 teraflops", prosigue Subirada. Eso equivale a que podrá realizar en un segundo 5.000 billones de operaciones con decimales.

Cada vez más, los supercomputadores son una herramienta esencial para aquellas disciplinas científicas que necesitan gran capacidad de cálculo, como la predicción meteorológica, la descripción tridimensional de las proteínas o la búsqueda de pozos petrolíferos. "El Mare Nostrum tiene tres veces más demanda que oferta", pone como ejemplo Subirada. Y eso que trabaja las 24 horas del día y los 365 días del año.

La renovación del Mare Nostrum multiplicará por cuatro su capacidad de cálculo hasta los 400 teraflops.