El precio de las gambas frescas y del cangrejo ha sido el primero en subir como consecuencia del vertido de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en el golfo de México. Muchos cultivos de ostras han sido cerrados por las autoridades ante la amenaza de quedar contaminados y los pescadores no salen a la mar. En Nueva Orleans, las primeras señales ya son preocupantes. "Desde esta semana estoy comprando y vendiendo las gambas de un 20% a un 25% más caro", aseguró Henry Poynot, dueño de la tienda Big Fisherman. "Mi proveedor se está quedando sin nada. Le había reservado para esta temporada 10.000 libras (4.545 kilos) a 3 dólares la libra, pero como no puede reponer, ya cobra 3,75", añadió.

Los restauradores y vendedores temen que algunos productos empezarán a escasear y encarecerse pronto en todo EEUU, donde el 45% del marisco que se consume procede del golfo de México. "Prácticamente todos nuestros proveedores de ostras son de aquí, de Luisiana. Aún mantenemos algunos cultivos abiertos, al oeste del Misisipí, aunque con el viento que sopla el crudo justo está llegando ahí", explicó James, el mánager del restaurante Lüke.

Otro de los productos estrella de la zona es el cangrejo. "Cada día vendo grandes cantidades, pero ya estamos quedándonos sin. Las ostras me preocupan menos, las puedes comprar en otro sitio, pero el cangrejo es típico de aquí", comentó Poynot.

La industria de marisquería y pesca en el estado de Luisiana genera 1.900 millones de euros al año y ocupa a 27.000 personas. Y aunque los informativos de las televisiones abren cada día con el vertido de petróleo, la ausencia de imágenes de chapapote en las costas parece concienciar menos a la gente del problema, cuando los expertos ya vaticinan la mayor catástrofe ecológica en la historia de Estados Unidos.

Uno de los peces amenazados, en este sentido, es el atún rojo, que precisamente desova por estas fechas en el golfo de México y, según los ecologistas, el crudo puede desmembrar aún más esta especie en extinción.