Una tradición típica de esta época, montar y regalar la cesta de Navidad, nació al parecer, sin embargo, en la antigua Roma, donde el amo regalaba comida a los esclavos durante las fiestas. Los alimentos iban, claro, guardados en una cesta para protegerlos; algunos acostumbraban, además, a ceder su mesa a los criados con motivo de las fiestas.

Las costumbres, a veces estrambóticas, de estas fechas, incluyen vestir ropa interior, sobre todo entre las mujeres, de colores extraños (roja en Italia, amarilla en algunos países de Latinoamérica), comer lentejas (para la prosperidad), regalar un centavo (la economía) o dar la vuelta a la manzana con una maleta en mano (para viajar).