Tiene 25 años recién cumplidos y las ideas bastante claras. Guadalupe González Sánchez es de Badajoz, pero ahora está en Shanghai, preparándose para empezar a trabajar en el pabellón que representará a España en la Exposición Universal que se inaugurará en esta ciudad china el 1 de mayo.

--¿Cómo empezó su relación con China?

--Antes de irme a estudiar a Granada la Licenciatura de Traducción e Interpretación. Siempre me atrajo la cultura oriental, sobre todo en un principio la japonesa, debido, en mayor parte, al género de cómic manga y al cine. En Granada quise estudiar japonés, pero no ofertaban este idioma, solo chino mandarín y lo elegí pensando que serían prácticamente lo mismo. Cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no. Elegí chino como asignatura optativa y no me arrepiento.

--¿Qué es lo que más le atrae de ese país?

--El idioma. Supone un reto enorme aprenderlo día a día, leer periódicos o salir a la calle y conversar con los habitantes de Shanghai o de cualquier otra parte de China. Por otra parte, viajar y conocer otras ciudades y pueblos es algo que me encanta desde que vine a este país por primera vez. Visitar XiIan, Suzhou, Beijing... pasear por los jardines y los palacios, es todo un placer para alguien que procede de una cultura que no es la oriental. Y la gastronomía. Me encanta la comida china. Cada provincia tiene sus propios platos: desde la comida más picante a la más dulce, platos que nunca antes había visto y que merecen la pena probar. Además, ¡ya domino los palillos!

--Estuvo un tiempo en Pekín. ¿Cómo vive un extremeño en una ciudad tan populosa de costumbres tan diferentes?

--Estuve estudiando casi dos años.Beijing no tiene nada que ver con Badajoz, ni tampoco con ninguna capital europea. Es una ciudad increíble donde puedes encontrar de todo. Beijing se divide en anillos y dentro de toda la ciudad existen diferentes distritos, como los universitarios, los comerciales y de negocios, las zonas más turísticas... Cada fin de semana puedes visitar un lugar diferente o ir de compras. Eso sí, 18 millones de personas ahí viviendo se hacen notar, sobre todo en las horas punta de entrada y salida del trabajo.

--¿La suya es una especialidad con mucho futuro?

--Hasta ahora solo he estado estudiando y completando mi formación. Ahora estoy empezando a buscar salida a mi vida laboral y creo que gracias a este idioma he tenido un buen comienzo al encontrar trabajo durante la celebración de la Expo de Shanghai 2010. Sé que sin saber chino no lo habría conseguido. Además, hoy en día China es una potencia mundial con la que tanto países europeos como americanos o africanos están afianzando relaciones culturales y comerciales.

--¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar en la Expo de Shanghai?

--Contacté con la sociedad que se dedica a organizar este tipo de eventos universales. En un principio ya no necesitaban a ninguna persona más, pues la mayor parte de los candidatos ya habían sido seleccionados. Sin embargo, a las tres semanas de escribirles, recibí un e-mail confirmándome que debería seguir un proceso de selección porque se amplió el plazo para contratar personal. Tuve muchísima suerte y sobre todo de que quisiesen contar con personas que no estaban entonces en China.

--¿En qué va a consistir tu trabajo?

--Todavía no he comenzado el periodo de formación. Sin embargo, en mi entrevista personal en Madrid me comentaron que yo pertenecería al grupo de comunicación y relaciones públicas, en mi puesto de azafata de información. Mi labor será informar y atender a todos los visitantes que reciba el pabellón español y aclarar todas sus dudas respecto a las instalaciones y la cultura española. También dar apoyo idiomático a quien lo necesite. Una posición muy dinámica y activa.