La sanidad pública sigue siendo una de las prestaciones mejor valoradas por los ciudadanos y le dan un aprobado alto en general (6,35 en una escala de 1 a 10). En el 2003 la nota fue un 6. Pero también le otorgan un suspenso por las listas de espera, según los datos del barómetro que cada año realiza el Ministerio de Sanidad. Así, los ciudadanos consideran mejorables el tiempo que los médicos especialistas tardan en ver a los pacientes, aspecto al que otorgan el 4,78, el retraso en las pruebas diagnósticas, que califican con un 4,72, y la demora para el ingreso no urgente en un hospital, que obtiene una nota del 4,5%.

Lo que más valoran los ciudadanos es la cercanía de los centros, el trato recibido por el peronal sanitario y la confianza y seguridad que transmite el médico. Estos tres aspecto reciben un notable (más de un 7), junto al número de especialidades al que hay acceso, el nivel tecnológico de los equipos y el trato recibido por los profesionales.

LEY DEL TABACO MÁS DURA

El barómetro incluye también este año cuestiones sobre la ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo. El 57,9% de los ciudadanos cree que los fumadores respentan poco o nada esta ley y el 47,4% se muestra partidario de endurecerla y prohibir fumar en los espacios públicos cerrados. En el 2006, cuando entró en vigor, los partidarios de endurecerla eran el 34%.

Este año tambíén se ha consultado sobre el modo en que se financia la sandidad, con la sorpresa de que solo el 27% de los encuestados saben que se hace vía impuestos. El resto todavía cree que se hace mediante las cotizaciones a la Seguridad Social o de forma combinada.