Ningún padre de los menores detenidos en los disturbios de Pozuelo de Alarcón (Madrid) acepta el castigo impuesto por el juez de no acudir a festejos y permanece en libertad vigilada durante tres meses. Los siete progenitores han recurrido la sentencia aunque, mientras se resuelve, los menores cumplen la sentencia.

Por otra parte, la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) solicitó ayer al ministro de Educación, Angel Gabilondo, medidas educativas "urgentes" en las aulas ante el incremento de la violencia "gratuita" entre los jóvenes y sus "graves" consecuencias sociales.