El Consejo de Ministros adoptó ayer tres nuevas medidas para potenciar el sistema de indemnizaciones relacionadas con la catástrofe del Prestige. Las mejoras pasan por ampliar la dotación económica prevista, acelerar los pagos para que se hagan de forma inmediata y crear un nuevo fondo para los daños derivados de la marea negra que se han registrado durante el 2004.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, cree que el anterior decreto sobre indemnizaciones "era insuficiente", puesto que proponía un límite de 160 millones de euros (26.621 millones de pesetas), una cantidad fijada en función de la cifra de ingresos estimados y no atendiendo a la cuantía de los daños ocasionados. Además, no permitía el pago de las indemnizaciones hasta que las arcas estatales hubieran recaudado el dinero.

El antiguo sistema de financiación "no contaba con una provisión de fondos específicos del Estado, sino que se hacía depender de los recursos procedentes de fondos internacionales, fundamentalmente del Fondo Internacional de Compensación por Daños debido a contaminación por hidrocarburos (FIDAC), y de otros mecanismos complementarios como la Lotería Nacional o el plan de turismo cultural", expuso la vicepresidenta primera.

El resultado de esta fórmula de financiación es que hasta ahora sólo se habían ingresado unos 75 millones de euros (12.478 millones de pesetas) en el Instituto de Crédito Oficial procedentes de anticipo concedido por el FIDAC a cuenta de la indemnización que corresponda al Estado español y de un sorteo especial de la Lotería Nacional.