Si Felipe Checa es el pintor de bodegones por excelencia del siglo XIX, Manuel Fernández Mejías es considerado el autor de bodegones pacense del siglo XX. Buena parte de sus obras se muestran por primera vez al público en una exposición antológica que el Museo Provincial de Bellas Artes ha organizado y con la que quiere rendir un homenaje a este pintor de Badajoz (1911-1989), que fue alumno de Adelardo Covarsí y profesor de la Escuela de Artes y Oficios.

El museo, que sólo contaba en sus fondos con tres cuadros de este autor, ha logrado reunir 66 obras que se encontraban repartidas en numerosas colecciones particulares y de su propia familia. Sólo algunas de las obras se expusieron en 1948 y en 1958 en Mérida, pero "la gran mayoría de los cuadros no fueron expuestos nunca", según María Teresa Rodríguez Prieto, conservadora del museo.

También es conocida su dedicación a la figura humana y a la temática paisajística, sobre todo la marina, por eso no podían faltar en esta muestra, que ha conseguido resumir toda la trayectoria artística de Fernández Mejías y su evolución pictórica.

La exposición consigue mostrar su trabajo "desde una primera fase con unos postulados clásicos muy claros siguiendo las líneas del bodegón español del XVII, pasando por una influencia del impresionismo que le hizo modificar el bodegón en los años 50, hasta una fase final en la que los bodegones tienen una imagen más característica y reconocible del pintor", según María Teresa Rodríguez Prieto.

Por eso se pueden encontrar en este artista obras muy distintas, en las que utiliza todo tipo de luces y de sombras. Además, "dentro de la temática del bodegón, Fernández Mejías no estuvo anclado en una sola forma de representación, fue muy versátil y supo probar y experimentar", explicó.

De los paisajes que aparecen en esta antológica, la gran mayoría son marinos, aunque hay algunos del río Guadiana y del Rivillas. En el transcurso de la investigación para hacer esta exposición se han encontrado numerosas acuarelas de temas marinos, que el pintor regaló a amigos y familiares, sin embargo lo que más le encargaron siempre sus adeptos a lo largo de su trayectoria fueron los bodegones.

Así, Fernández Mejías "se suma a la larga y laureada lista de artistas homenajeados por este museo, que entre sus líneas de trabajo tiene el objetivo de profundizar en la vida y la obra de los pintores que tienen cuadros aquí", según Román Hernández Nieves, director del Bellas Artes.

En esta ocasión, le cede a este prolífico pintor, que estudió en la Escuela Superior de Pintura de Madrid, diez salas del museo, un espacio que considera suficiente para dar una visión global de este pintor, que se casó con otra artista muy reconocida como es Eva Callejo.