Bonito homenaje el que Andrés Pajares ha rendido esta semana a los científicos Francis Crick y James Watson al cumplirse el 50º aniversario del anuncio del descubrimiento del ADN. El actor no ha necesitado de ninguna prueba para aceptar y dar a conocer que es el padre de Eva, una joven de 31 años que ha sido presentada en sociedad coincidiendo con la efeméride científica.

Hace unos años, el apellido Pajares dio nombre a uno de los culebrones más amarillos de la prensa rosa. Todo empezó con la separación matrimonial del actor y la exactriz Chonchi Alonso, con quien tenía una hija, la inefable Mari Cielo. La historia siguió con el noviazgo de ésta y un sujeto llamado Hugo, que acusó al padre de su novia, es decir, a Pajares, de haberlos echado de casa tras amenazarlos con una pistola.

Chonchi se puso de parte de Mari Cielo, que se casó con Hugo en ausencia de Pajares. Se insinuaron turbias historias de chantajes que alcanzaron al hijo mayor del actor, llamado Andrés Burguera porque usa el apellido de su madre.

Todos los componentes de la familia Pajares aprovecharon el rifirrafe para pasearse por programas de televisión y revistas del corazón. Mari Cielo se descasó de Hugo y mantuvo un idilio con un hermano del cubano Dinio.

Todos estos despropósitos familiares afectaron a la imagen y a la carrera de Pajares, quien mientras rehizo su vida sentimental con Chonchi. El jueves pasado, Pajares hizo público que hace sólo unos meses supo que de su relación con una bailarina, con la que coincidió hace 32 años en una sala de fiestas de Madrid, había nacido una niña, ahora mujer, llamada Eva (ambos en la foto).