Las calles de Palma de Mallorca fueron el escenario ayer de una manifestación popular de repulsa por el asesinato de Marie Sumi, la ciudadana francesa de 27 años que murió el jueves en plena calle tras ser acuchillada por su exmarido cuando regresaba de la cabalgata de Reyes junto a sus dos hijos, de 3 y 5 años.

La concentración estuvo presidida por los representantes del Gobierno balear que guardaron un minuto de silencio y pidieron a la población que denuncie los casos de violencia doméstica de los que puedan tener conocimiento.

El asesino, Juan Manuel Gutiérrez, aprovechó un permiso penitenciario para cometer el crimen. Ayer, el diario El País, aseguró que Gutiérrez ya había sido detenido en 1998 por amenazas de muerte a la mujer que entonces era su pareja. El detenido pasó ayer a disposición judicial después de permanecer en comisaría desde la madrugada del viernes, cuando se entregó.

Paralelamente, en San Sebastián, se celebró una concentración silenciosa por la muerte de Begoña Behoyo, la mujer que falleció a causa de las palizas que su pareja le propinó durante los tres días seguidos que la mantuvo encerrada en una vivienda.