Juan Pablo II canoniza, en la plaza de Colón madrileña y ante un millón de personas, según las previsiones de los organizadores, a cinco beatos españoles del siglo XX: Pedro Poveda, José María Rubio, sor Ángela de la Cruz, Genoveva Torres y la madre Maravillas de Jesús.

Los Reyes de España, el presidente del Gobierno y miembros del Ejecutivo, cardenales y obispos de las diócesis españoles, líderes políticos, sacerdotes y religiosos, así como miembros de las familias religiosas de los nuevos santos han arropado a Juan Pablo II en esta ceremonia eucarística que elevará a los altares a cinco nuevos santos españoles.

Miles de personas abarrotaban ya a las 8 de la mañana los accesos a la plaza de Colón, que se encuentra cortada y en la que se han instalado 35.000 sillas en torno al estrado desde el que el Papa concelebra la eucaristía. La mayoría de los asientos están reservadas a las familias religiosas de los nuevos santos.

Horas de espera

Muchos de los fieles llevan al cuello pañuelos de color amarillo, algunos escapularios, y muchos sillas plegables para aguantar las horas de espera. Familias enteras y gentes venidas de toda España han madrugado para estar presentes en la ceremonia.

De los cinco nuevos santos, tres son fundadores de órdenes o institutos religiosos: el padre Pedro Poveda Castroverde, fundador de la institución teresiana; la religiosa Genoveva Torres Morales, fundadora de las Angélicas, y sor Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Cruz.

Los dos restantes, el padre José María Rubio y la madre Maravillas de Jesús, desarrollaron su labor pastoral en la Compañía de Jesús y en las Carmelitas Descalzas, respectivamente.