En el día de la Epifanía y antigua fiesta de Navidad para los católicos, el Papa pronunció ayer un sermón en el que criticó ásperamente la actual globalización del mundo. "Este fenómeno no es sinónimo de orden mundial, sino al contrario", aseguró. "Solo si se adopta una manera de vivir sobria, acompañada de un serio compromiso para una justa distribución de las riquezas, será posible instaurar un orden de desarrollo justo y sostenible", añadió.

Explicó la figura de los Reyes Magos y dijo que para alcanzar orden mundial "justo y sostenible" hacen falta "hombres que nutran de una gran esperanza y que posean mucho coraje, como los magos de Oriente, que emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella". Luego criticó los "conflictos por la supremacía económica y el acaparamiento de recursos".