Frenazo y vuelta a los orígenes para no perder la brújula. Después del ciclón de Karol Wojtyla, que con su testimonio revolvió a creyentes, políticos e intelectuales y se enfrentó con gobiernos y con las mismas instituciones internacionales, el papa Joseph Ratzinger parece haber sentido la necesidad de hacer una pausa y recuperar lo más esencial. Lo ha hecho escribiendo una encíclica titulada Dios es amor . De ahí, según Benedicto XVI, deriva qué es la fe cristiana, qué es un católico y qué debe y no debe ser la Iglesia.

El papa Ratzinger parte de la idea de que Dios es amor para llegar a cuestiones tan concretas como las relaciones sexuales entre hombre y mujer, la prostitución, la violencia en nombre de la religión, la acusación al catolicismo de ser un freno al progreso social, la ausencia de Dios frente al Mal y la crítica de los católicos que hacen proselitismo a través de las obras de caridad.

Como ya adelantó el lunes, en la primera parte de la encíclica afirma que el amor cristiano, incluyendo el erótico, que es positivo pero debe purificarse en el seno del matrimonio, no es un hecho privado sino que plasma a la iglesia entera y adquiere un carácter social.

La segunda parte de la encíclica está dedicada a la caridad o asistencia social, que es "una tarea para cada fiel, pero también para toda la comunidad eclesial". Sin embargo, el Papa puntualiza que la caridad católica "no es asistencia social", y que "el orden justo de la sociedad es una tarea principal de la política". Es el Estado quien debe preocuparse de hacer justicia "aquí y ahora". Si no lo hace, entonces "se reduciría a una gran banda de ladrones".

LA LABOR DE LA IGLESIA El papel de la Iglesia, en cambio, debe ser ofrecer su contribución a través del amor porque, "por justo que sea un Estado", alguien debe ofrecer a las personas "humanidad y atención".

En lo que supone una enmienda a la totalidad a la teología de la liberación, el Papa Benedicto XV dictamina finalmente que la caridad cristiana "no es un medio para transformar el mundo de manera ideológica y no está al servicio de estrategias mundanas".