En respuesta a las críticas de la comunidad judía, Benedicto XVI reafirmó ayer que el Vaticano "ayudó, con frecuencia de manera oculta y discreta" a los judíos durante el nazismo, pero no citó al controvertido Pío XII, el Papa acusado de haber mantenido silencio frente al Holocausto nazi en la segunda guerra mundial. Calzado con babuchas rojas y con las manos entrelazadas sobre el pecho, Benedicto XVI hizo estas declaraciones en una histórica visita a la sinagoga de Roma, y después de que Riccardo Pacifici, el presidente de la Comunidad Hebrea de Roma, dijera que, aún hoy pervive el dolor por la actuación de Pío XII.

"El silencio de Pío XII frente al Holocausto nos duele todavía, es algo que falta, afirmó Pacifici al tocar el espinoso tema, que ha vuelto a la actualidad desde que el Papa firmó en diciembre pasado un decreto que acelera el proceso de beatificación del difunto pontífice.

"Quizás Pío XII no hubiera parado a los trenes de la muerte, pero su intervención hubiera sido una señal, una palabra de alivio, de solidaridad humana, para nuestros hermanos que eran transportados hacia el campo de Auschwitz", agregó el representante judío, quien también pidió la apertura de los archivos vaticanos relativos al pontificado de Pío XII (1939-1958).

REZOS Y HOMENAJE El Papa hizo así la difícil visita que lo llevó al corazón de uno de los guetos más antiguos del mundo, el de Roma, donde colocó una placa que conmemora una redada nazi del 16 de octubre de 1943, en la cual fueron deportados 1.022 judíos y solo unos 20 sobrevivieron. De igual modo, rezó ante una escultura que recuerda la muerte de un niño a manos de un comando palestino en 1982.

En el encuentro participaron supervivientes del nazismo, autoridades italianas y venidas de Israel, entre otros, el viceprimer ministro de ese país, Silvan Shalom, y el rabino de Haifa, Shear-Yashuv Cohen.

Pero también hubo ausencias relevantes. Entre ellas, la de Giuseppe Laras, presidente de la asamblea rabínica italiana, quien hace días afirmó que "durante el actual pontificado, la relación fraterna (entre judíos y católicos) se ha debilitado".

"¿Dé qué puedo hablar con Ratzinger? ¿De que ha desempolvado la vieja oración en la que se pide por la conversión de los judíos? ¿Sobre la beatificación de Pío XII, que excomulgó a comunistas pero ignoró las persecuciones nazis contra los judíos?", se quejó Laras.

El encuentro se desarrolló tras casi 24 años de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a esa sinagoga, el 13 de abril de 1986.