Benedicto XVI dijo hoy, a su llegada a Belén, que la Santa Sede apoya el derecho de los palestinos a un Estado "en la tierra de sus antepasados, seguro, en paz con sus vecinos y con las fronteras reconocidas internacionalmente". Ante Mahmud Abas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Pontífice "suplicó" a todas las partes implicadas en el "viejo" conflicto, que dejen a un lado "cualquier rencor y contraste que aún se interpone en el camino de la reconciliación". El Papa expresó su solidaridad con los palestinos que han sufrido el reciente conflicto de Gaza, abogó por una mayor libertad de movimiento y pidió a los jóvenes que "se resistan" a recurrir a actos de violencia o de terrorismo y que se muestren "determinados a lograr la paz". Benedicto XVI llegó a primera hora de la mañana a la ciudad que la tradición cristiana señala como el lugar de nacimiento de Jesús, donde fue recibido por Abas, que denunció ante el Pontífice la ocupación israelí de Cisjordania. El Papa dijo que su visita a la tierra de la Biblia no hubiera sido completa sin acudir a Belén, donde lo primero que hizo fue expresar su solidaridad a los palestinos. "Sé lo que habéis sufrido y estáis sufriendo a causa de las agitaciones que han afligido a vuestra tierra desde hace años. Mi corazón se dirige a todas las familias que se han quedado sin casa, a los que lloran la pérdida de familiares en acciones hostiles, particularmente durante el reciente conflicto de Gaza", afirmó ante Abas. El Papa "imploró" a Dios una paz justa y duradera "en todos los territorios palestinos y en toda la región". "Señor presidente, la Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a una patria soberana palestina en la tierra de sus antepasados, segura, en paz con sus vecinos, con los fronteras internacionalmente reconocidas. Aunque si de momento ese objetivo parece lejano, le exhorto a usted y a su pueblo a mantener viva la llama de la esperanza", afirmó. El Pontífice abogó además por una coexistencia pacífica entre los pueblos de Oriente Medio, que sólo se puede alcanzar con un espíritu de cooperación y respeto mutuo, y pidió a la comunidad internacional que "use su influencia" en favor de una solución. "Creo y confío que a través de una honesto y perseverante diálogo, con pleno respeto de las espectativas de justicia se puede alcanzar en estas tierras una paz duradera", aseguró.