LA CURIA ROMANA , reunida con Benedicto XVI, insistió en la importancia de esta práctica para la "sólida formación humana y cristiana" tanto de seminaristas como de sacerdotes. La reunión fue convocada a raíz del caso del obispo zambiano Emmanuel Milingo, que se casó en el 2001, y para responder a las peticiones de readmisión de sacerdotes casados surgidas en todo el mundo.