Benedicto XVI aseguró hoy que "nunca" pensó que un día sería Papa y agregó: "Todavía no consigo entender por qué el Señor me ha escogido para este ministerio, pero lo acepto, aunque se trataba de algo sorprendente que iba más allá de mis fuerzas. Pero el Señor me ayuda".El Pontífice, que hoy visitó la Misión Pontificia de la Infancia, respondió así a la pregunta sobre si esperaba convertirse en Papa cuando era pequeño formulada por uno de los niños que asistieron al encuentro.Joseph Ratzinger explicó que fue "un chico bastante ingenuo en un pequeño pueblo de provincia, situado lejos de las grandes ciudades" y relató cómo había transcurrido su infancia junto a su hermano mayor Georg, que tiene ahora 84 años.Reconciliarse sin amargura

"Había algunos ricos y otros menos. Nosotros habíamos llegado hacía poco (a Traunstein, en Baviera) con nuestros padres, aunque los otros chicos nos acogieron bien", recordó Benedicto XVI. Asimismo, reconoció que en alguna ocasión había discutido con los otros chicos y afirmó: "Lo importante es reconciliarse después sin dejar amargura en el alma"."Con nuestros compañeros recorrimos nuestro camino. Todos éramos católicos y esto fue una gran ayuda. Aprendimos juntos el catecismo y nos preparamos para recibir la primera comunión, que fue un día espléndido", agregó.El Papa Ratzinger propuso además a todos los jóvenes asistentes al encuentro, llegados de toda Italia y de otros países, una reflexión: "Escuchar, rezar, conocer, y compartir la solidaridad".Además, el Pontífice señaló que es importante buscar ayuda en la oración y precisó que el día debe comenzar con un rezo y acabar con otra plegaria, a la vez que insistió en la importancia de "compartir y no desear las cosas sólo para uno mismo".