TEtse fue el precio de la vida de David S.O. Lo apuñalaron en el centro penitenciario de Badajoz, mañana hará un mes. Deja dos hijos, de seis y tres años, y una familia destrozada. Si todo hubiera ido bien posiblemente hoy estaría libre. Cumplía una pequeña condena por delitos de escasa gravedad y exentos de violencia. Su agresor, Antonio R.P. , ya tenía dos asesinatos a sus espaldas, el último cometido en otra cárcel. Según parece estaba incluido en el fichero de internos en especial seguimiento. En fin, sólo retórica vacía. Apestosa burocracia.

El director de la cárcel de Badajoz, Carmelo Ch.H. , lamenta profundamente la muerte del interno, dice. Habrá que creerle por la cuenta que le tiene. Y yo, cargado de buena voluntad, tendría que pedirle que, una vez se recupere de su disgusto, esté dispuesto a hacer frente a sus responsabilidades. Porque resulta incomprensible que puedan convivir, en un mismo módulo, un elemento de la catadura del homicida con un interno al que le quedan días para salir en libertad, un asesino doble con alguien condenado a dieciséis meses. Resulta incomprensible que habiendo sólo dos funcionarios, ambos estuvieran abriendo las celdas, ¿por qué no uno en las celdas y otro en el patio? Dice que "se cumplieron todas las medidas de seguridad", ¿con un muerto encima de su mesa y de su currículo? Inaudito. Es evidente que falla el manual o falla su aplicación o este incompetente va sobrado de desfachatez y cara dura.

David fue asesinado en prisión y el responsable de su seguridad se encuentra satisfecho de su actuación.

Escarnio sobre la tragedia. De vergüenza, vamos. jabuizaunex.es