Antonia Lozano y José Manuel Gómez, una pareja de treinteañeros de Plena Inclusión Montijo, ambos con discapacidad intelectural, se convirtieron ayer en ejemplo de convivencia a nivel nacional. Fueron protagonistas en el encuentro Construimos mundo, celebrado en Valladolid, donde explicaron a autogestores de toda España su experiencia de vida independiente en un piso de alquiler. Estuvieron acompañados por su persona de apoyo, Mercedes Espinosa, para narrar su propia historia, que titularon Soñamos con nuestro hogar.

Ambos tienen claro que poder estar y vivir juntos les ha cambiado la vida después de un largo camino de derribar muros y romper barreras. Su convivencia se inició en una vivienda tutelada; posteriormente se mudaron a una casa independiente con el apoyo de Plena Inclusión.

Más de un centenar de participantes de toda España, entre ellos personas con discapacidad intelectual, familiares y profesionales, escucharon atentamente la historia de estos dos jóvenes que lograron cumplir su sueño y ahora quieren ayudar a otras parejas como ellos a secundarlos.

Lo primero que debían tener claro es que para mantener una casa necesitaban un trabajo y un sueldo. Por ello, asistieron a varios cursos de formación hasta que ambos consiguieron mantener un empleo. Pusieron mucho empeño.

«COMO CUALQUIER PAREJA» / Entonces pudieron alquilar un piso de tres habitaciones y mucha luz que les cuesta 250 euros al mes. Para ellos, poder costearse esta vivienda y compartirla como novios, «como querría hacer cualquier pareja», es haber ganado una gran batalla que empezaron casi cuatro años, cuando se conocieron precisamente en Plena Inclusión Montijo.

Antonia Lozano y José Manuel Gómez se convirtieron así en la primera pareja de Extremadura que, gracias a los recursos de la asociación, conseguieron vivir juntos y de manera autónoma.

Y ahora son también un espejo en el que mirarse para otras comunidades autónomas.