Apartir de hoy, hacer novillos puede salir muy caro en Francia. El decreto que autoriza a suprimir las ayudas familiares si los escolares de primaria o secundaria se ausentan repetidamente en clase salió publicado ayer en el Diario Oficial. Pese a la controversia que suscita, el Gobierno ha puesto en marcha la medida para intentar responsabilizar a los progenitores de la conducta de sus hijos en la escuela.

El ministro de Educación, Luc Chatel, argumenta que se trata de un dispositivo de carácter "progresivo" cuyo objetivo es estimular a los padres e implicarlos en la educación de sus retoños. Chatel recordó que la ley establece que, cuando un alumno haya faltado cuatro medias jornadas en un mes, el centro convocará a los padres a una reunión en la que se les advertirá de que "si se prolonga esta situación" se procederá a la ±suspensión" de las ayudas familiares. En caso de que el estudiante reanude las clases, la familia volverá a percibir las subvenciones.

FRACASO CON LAS PRIMAS Tras haber fracasado con estrategias menos agresivas pero igualmente polémicas, como la de premiar con dinero o con entradas para el cine a los alumnos de zonas conflictivas por asistir a clase, el Ejecutivo ha optado por tocar el bolsillo de las familias. "Esto solo va a aumentar el malestar en los hogares con problemas económicos o con hijos conflictivos. No es así como van a conseguir que los padres recobren la autoridad", protestan algunos directores de escuela que ahora se verán obligados a ejercer de gendarmes.

Chatel manifestó que confía en "el sentido de la ética y de la responsabilidad" de la mayoría de los directores de los centros escolares a la hora de dar cuenta de los novillos.