El párroco del barrio de Azucaica de Toledo, Félix González Mohíno, ha prohibido a un vecino acudir a la procesión de la Virgen de la Candelaria, que tendrá lugar el próximo domingo, por su condición de separado y convivir con otra mujer.

El afectado es el empresario toledano del sector del automóvil Fernando García Arellano, quien explicó la conversación que mantuvo en la tarde de ayer con el citado párroco, quien le pidió que el domingo no acuda a procesionar ni a vitorear a la Virgen, de cuya hermandad es miembro desde que nació hace 49 años.

Durante su conversación con el sacerdote, el párroco también le dijo que quedaba "destituido canónicamente" como miembro de la Hermandad de la Virgen de la Candelaria. "Tu condición de separado no te permite hacer lo que vienes haciendo, porque la gente va a ver que no cumples con tu devoción de cristiano", le dijo el cura durante la conversación que mantuvieron ayer tarde durante un paseo por un barrio comercial de Toledo.

Sin embargo, el párroco sí que le autorizó a acudir a la misa que precede a la procesión y a la que el afectado ha anunciado que tampoco acudirá. "Con todo el dolor de mi corazón, esperaré rezando a la Virgen a la puerta de la iglesia y así, "con mi silencio, espero que reflexione en su soberbia y se de cuenta de que la gente también tiene su corazoncito".

Para García Arellano, que se declara católico practicante y que también desfila cada año en la procesión del Corpus Christi de Toledo, la actitud del párroco le parece más propia de la época de la Inquisición que del siglo XXI. "Con actitudes como estas van a conseguir borrar la cristiandad" de la tierra, señaló el afectado, que dijo tener el apoyo de los miembros de la hermandad y de los vecinos del barrio, donde hay mucho "descontento" por su forma "autoritaria" de proceder.

Por su parte, tanto el párroco como el arzobispado de Toledo han declinado pronunciarse al respecto, "de momento".