LOS MOVILES , algunas mantas y mucha conversación fue lo único que animó la accidentada noche de 400 pasajeros que se quedaron atrapados en un tren de Renfe en un pueblo a 17 kilómetros de León, sin electricidad, sin calefacción, sin servicio de cafetería, sin posibilidad de refugiarse en una estación y con temperaturas bajo cero.