TPtlatón encabezaba sus cartas diciendo "te deseo éxito"; Cleón , "que seas feliz" y Epicuro , "que lo pases bien". No son la misma cosa. Tenemos éxito cuando alcanzamos con buen pie el final de un propósito. Somos felices cuando nos acostumbramos a la monotonía de lo cotidiano. Lo pasamos bien mientras disfrutamos con moderación de los sentidos. Por otro lado, el éxito no está en nuestras manos, sino que en gran medida es patrimonio de la suerte. Y además no tiene nada que ver con la felicidad de las personas. Yo he aprendido a admirar a quienes sacan fuerzas para pasarlo bien en mitad de este sin sentido que es el vivir. Pero, sobre todo, he aprendido a admirar a los que hacen que sean los otros quienes lo pasen bien. Muy lejos de esa moda bárbara que se está imponiendo en nuestros días de pasarlo bien grabando en el teléfono móvil palizas a indigentes y a transeúntes desprevenidos. Lo único que encuentro a favor de este invento es que no es una diversión de las más caras, pues te sale a cincuenta euros la paliza. Casi más barato que invitar a la novia al cine y a palomitas. Y además te echas unas risas con los amigos. Una encuesta reciente afirma que más del 60% de los jóvenes pasa de la política, lo mismo que el 60% de los políticos. Nuestros jóvenes deben estar aburridos de tanto político que sólo habla de cuentas de resultados y de productividad. No se les educa para la felicidad, sino para el éxito y salen unos infelices. Quizás por eso alguno comete luego esas brutalidades: será la costumbre de ser tratado como producto interior bruto. florianrecioyahoo.es