Los voluntarios de la Cruz Roja en Almería jamás habían visto algo parecido. Los 33 supervivientes de una patera localizada en el mar de Alborán les relataron el miércoles de madrugada, al ser rescatados, que habían tenido que arrojar por la borda los cadáveres de nueve bebés y seis adultos que no lograron superar la travesía de seis días desde Alhucemas (Marruecos).

El relato de la odisea de los 33 supervivientes es escalofriante. La madrugada del sábado partieron de las costas marroquís 48 personas, entre ellas una decena de bebés. El resto eran adultos de poco más de 20 años que, según han contado, pagaron unos 1.200 euros para cumplir su sueño de llegar a España. Apenas cabían en la lancha neumática de seis metros; además, llevaban alimentos y agua para unos días. Pero sin un patrón y con escasos conocimientos de navegación, poco podían hacer en medio de un mar con temporal.

SIN VIVERES El motor falló, la nave quedó a la deriva y los víveres se agotaron el martes, por lo que los más débiles fueron los primeros en sucumbir. Dos de los ocupantes, designados por el resto, se encargaron de arrojar los cuerpos de los bebés (de entre uno y 4 años) por la borda.

Los supervivientes fueron rescatados por Salvamento Marítimo y la Cruz Roja.

Llegaron a puerto desfallecidos, incapaces de ponerse en pie o de sostener un vaso de agua. Estaban deshidratados y tenían fiebre y quemaduras. Una de las mujeres falleció en el rescate, mientras que otros cuatro, entre ellos un niño, fueron llevados inmediatamente a un hospital. Una de las jóvenes abortó.

"Las mujeres estaban en estado de shock y solo pedían que buscáramos a sus hijos, no eran conscientes de que habían fallecido por el camino", explicó ayer el coordinador de Cruz Roja, Fran Vicente.

Desgraciadamente, las oenegés recuerdan que las muertes de sin papeles son habituales frente a las costas españolas. En este caso, el drama se conoció apenas 72 horas después de que otros 14 inmigrantes fallecieran frente a las costas de Motril al volcar su embarcación, que también había salido de Marruecos. En ambos casos, y en el de otras dos pateras llegadas a Andalucía esta semana, llamó la atención fue el elevado número de bebés y embarazadas.

La explicación podría estar en un bulo promovido por las mafias: si el niño nace en territorio español tendrá la nacionalidad y también su familia. Pero nada más lejos de la realidad: según la jurisprudencia española, el niño ´hereda´ la condición de su madre, es decir, si esta está en situación ilegal, el niño también lo estará.

No obstante, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, no descartaba el martes aplicar medidas "excepcionales" al tratase "de un caso excepcional" y permitir la regularización de algunos de los supervivientes, al igual que se hará con uno de los inmigrantes rescatados el lunes y que perdió a su familia en la travesía.

Para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, las muertes de Almería son "un drama terrible, casi insoportable". El jefe del Ejecutivo reiteró su llamamiento a los "países más poderosos" para que se comprometan en la ayuda contra la pobreza. "Lo he dicho muchas veces: o ayudamos a Africa para erradicar la pobreza o nuestro Estado del bienestar puede ponerse en cuestión", dijo.