La enfermedad de Creutzfeldt-Jacob podría haberse cobrado una nueva víctima en España, pero no una víctima cualquiera. El fallecido es el jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid, Antonio Ruiz Villaescusa, un doctor de prestigio internacional que dedicó parte de su vida profesional al estudio de la rara dolencia.

La certeza de que el doctor ha sido víctima de la misma enfermedad a la que dedicó su vida no se tendrá hasta dentro de un mes, dado que la existencia de la patología y su variante concreta solo puede determinarse con certeza a través de una compleja autopsia.

Una de las variantes del Creutzfeldt-Jacob es el denominado mal de las vacas locas que se contrae por la ingesta de carne contaminada por priones, pero el fallecimiento del doctor no parece relacionado con esta dolencia. Las primeras hipótesis apuntan a que el patólogo habría fallecido por la exposición a tejidos de pacientes humanos infectados en el transcurso de su trabajo, "aunque será muy dificil determinarlo porque la enfermedad puede estar latente hasta 30 años", según Alberto Rábano, el jefe de servicio de Anatomía Patológica de la Fundación Alcorcón.