Los pronósticos catastrofistas no se cumplieron. No hubo escenas de caos, ni ciudadanos atrapados en sus vehículos. La primera jornada de pago obligatorio de peaje para acceder al centro de Londres transcurrió ayer de manera casi idílica. Poco tráfico --un 25% menos que otros lunes--, circulación fluida y escasez de atascos.

El éxito del estreno se debió en parte a que ayer y durante toda esta semana hay vacaciones escolares y muchos niños y padres están de descanso. Otro factor es que el miedo a que las cosas fueran mal era tan grande que quien pudo evitó moverse por el centro de la ciudad.

"Creo que las cosas han ido mejor de lo que hubiéramos podido pensar. El próximo lunes los chicos volverán a las escuelas y tendremos un 15% más de tráfico. Entonces veremos si el sistema, tal y como espero, puede aguantar", decía a última de la tarde el alcalde de Londres, Ken Livingstone, que se pasó todo el día pendiente de las incidencias.

MAS ZONAS

Ni la red de autobuses, ni las líneas sobresaturadas del metro sufrieron tampoco agobios especiales. "Está todo realmente muy, muy tranquilo", confirmó un portavoz de la policía metropolitana de transportes. "Tenemos la sensación --añadió-- de que hay miedo a conducir por el centro de Londres, pero el tráfico volverá a la normalidad y veremos".

El sistema de control que llevan a cabo más de 700 cámaras, que ha costado 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas), funcionó sin aparentes problemas y a las siete de la tarde 80.000 automovilistas habían pagado ya el peaje, una cifra que también superaba las mejores expectativas municipales. "Los que intenten escapar sin pagar se van a contar por cientos, no por miles", presumió Livingstone.

El alcalde ya hablaba anoche de ampliar la zona acotada a otros barrios. "Haré una consulta con otros distritos este verano, pero visto lo que ha ocurrido hoy, mi apuesta es que en el programa de las próximas elecciones (en el 2004) incluiré otras áreas que quieran adherirse al plan".

El candidato conservador a la alcaldía, Steven Morris, ya ha prometido suprimir la congestion charge si es elegido. Morris y el líder del partido, Ian Duncan Smith, se unieron ayer a la protesta de los trabajadores del mercado central de carne de Smithfield, incluido dentro de la zona de pago. "Es un sistema que ha costado muchos millones poner en marcha y que va a golpear a mucha gente que sólo puede ir a trabajar en coche", declaró Duncan Smith. "Los dueños de Smithfield ganan millones con el negocio de la carne y con esos beneficios tienen el deber de compensar a sus trabajadores ayudándoles a pagar la tasa", respondió.

SUBVENCIONES

Uno de los puntos débiles del nuevo peaje es que se aplica a todo el mundo, sin distinción de trabajos o clases sociales, y los que peor parados salen son las personas con menos ingresos. La alcaldía está subvencionando el impuesto a bomberos y policías, el Gobierno va a pagar el de los conductores de las ambulancias, pero para otros muchos trabajadores coger el coche cada día va a ser imposible.