El pederasta Marc Dutroux, quizá el hombre más odiado de Bélgica, condenado a cadena perpetua en el 2004 por el secuestro, violación y asesinato de varias niñas y jóvenes, escondía imágenes de pornografía infantil en el disco duro del ordenador que tenía en prisión. De acuerdo con el diario belga Le Soir , las imágenes pertenecían a su propio dosier de instrucción, y Dutroux las había obtenido por vía oficial en el 2005, mientras estaba recluido en la cárcel de Arlon, sin que después fuera obligado a eliminarlas.

La anomalía, sin embargo, no se detectó hasta el pasado diciembre: ese mes, el pederasta fue trasladado desde la prisión de Ittre, donde se encontraba, a la de Nivelles, una cárcel en la que los presos están sometidos a un régimen menos severo. Dutroux pidió entonces que junto a él viajase también su ordenador, pero antes de que se diera el visto bueno al traslado, la Unidad de Crimen Informático, a petición de la Fiscalía de Nivelles, examinó el disco duro y encontró el material pornográfico.

Tras conocer la existencia de esas imágenes, la Fiscalía de Arlon decidirá si abre diligencias, pues fue en esa localidad donde se celebró el juicio al asesino, uno de los que más revuelo han causado en la historia de Bélgica.

MAZMORRAS Dutroux, antiguo gigoló y electricista en paro por aquel entonces, fue detenido el 13 de agosto de 1996, junto a su mujer y otro cómplice. Dos días más tarde, el propio Dutroux confesó a los agentes la existencia de unas mazmorras en su casa: allí fueron halladas con vida las niñas Sabine Dardenne, de 12 años, y Laetitia Delhez, de 14. Poco después, tras una nueva confesión, los policías encontraron en otra vivienda del detenido los cadáveres de cuatro nuevas víctimas: Julie Lejeune y Mélissa Russo, ambas de 8 años, y An Marchal y Eefje Lambrecks, de 17 y 19 años. Tras violarlas, Dutroux las había dejado morir por inanición.