Misión cumplida. El astronauta Pedro Duque regresó ayer con éxito a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (ISS) junto al ruso Yuri Malenchenko y el estadounidense Edward Lu. La nave Soyuz TMA-2 aterrizó cerca de Arkalyk, en Kazajstán, a las 3.40 de la madrugada, en régimen normal y en el lugar previsto. Según el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, el desvío de la cápsula no superó los 30 kilómetros habituales.

"Voy a desengañarles, pero no ha pasado nada esta vez", dijo a la prensa Vladimir Soloviov, responsable del programa ruso de la ISS. El aterrizaje estuvo acompañado por una serie de medidas de seguridad sin precedentes para evitar problemas semejantes a los que tuvo la expedición anterior, el pasado mayo. Debido a un fallo en el sistema de retorno, la cápsula Soyuz TMA-1 descendió en caída libre, aterrizó a 500 kilómetros del lugar previsto y los tres astronautas de la misión --Keneth Browersox, Donald Pettit y Nikolai Budarin-- soportaron desaceleraciones muy elevadas.

Durante el descenso de ayer, Duque, Malenchenko y Lu mantuvieron comunicación permanentemente con el centro de control ruso. A diferencia de la Soyuz TMA-1, esta vez la nave de retorno disponía de equipos de comunicación vía satélite. Las unidades de rescate tenían a su disposición nueve helicópteros, incluido uno de la NASA, y tres aviones.

REVISION MEDICA

Al salir del módulo, los tres astronautas fueron sometidos a una revisión médica que no encontró problemas. Hacia las cinco de la tarde, hora peninsular, el avión especial con Duque, Malenchenko y Lu aterrizó en Moscú.

Durante su segundo viaje al espacio, que duró 10 días, el español, representante de la Agencia Europea del Espacio (ESA), efectuó una veintena de experimentos científicos. Según la Agencia Espacial Rusa (Rosaviakosmos), su periodo de rehabilitación durará dos semanas.

Poco después de anunciar el regreso exitoso, el centro de control informó de un importante error humano, momentos antes del desenganche, que provocó que los motores se encendieron antes de tiempo y que la ISS perdiera su orientación. "Por causas aún desconocidas se encendieron los motores de la nave e inclinaron la plataforma en unos 25 grados", dijo Valeri Riumin, número dos del consorcio aeroespacial ruso Energuia. Para restaurar la posición inicial se tuvo que gastar una mucho combustible.